Un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad
Tiempo para esperar…
Esperar
con Él y gracias a Él quiere decir creer que la historia no termina con
nuestros errores, nuestras violencias e injusticias, ni con el pecado que
crucifica al Amor. Significa saciarnos del perdón del Padre en su Corazón
abierto.
En
el actual contexto de preocupación en
el que vivimos y en el que todo parece frágil e incierto, hablar de esperanza
podría parecer una provocación. El tiempo de Cuaresma está hecho para esperar,
para volver a dirigir la mirada a la paciencia de Dios, que sigue cuidando de
su Creación, mientras que nosotros a menudo la maltratamos...
En
la Cuaresma, estemos más atentos a «decir palabras de aliento, que reconfortan,
que fortalecen, que consuelan, que estimulan», en lugar de «palabras que
humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian» (Carta enc. Fratelli
tutti [FT], 223). A veces, para dar esperanza, es suficiente con ser «una
persona amable, que deja a un lado sus ansiedades y urgencias para prestar
atención, para regalar una sonrisa, para decir una palabra que estimule, para
posibilitar un espacio de escucha en medio de tanta indiferencia» (ibíd.,
224).
Vivir
una Cuaresma con esperanza significa
sentir que, en Jesucristo, somos testigos del tiempo nuevo, en el que Dios
“hace nuevas todas las cosas” (cf. Ap 21,1-6).
Mensaje
del Papa Francisco para la Cuaresma 2021 (Fragmento)
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