Secciones

jueves, 8 de abril de 2021

Hna. Virginia - Episodio 1: Hna. Virginia Squeri M.S.C.

 

Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús

  

Hna. Virginia Squeri M.S.C.



por Ana Cerri

  

“... Corran presurosos en el camino

que Dios mismo ha trazado para ustedes

...

no se detengan ni un instante

porque el tiempo es tan breve como precioso,

y no está en poder de ustedes el día de mañana".

S. Francisca J. Cabrini

 


Bautizada como María Isabel Catalina Squeri, la Hna. Virginia nació el 12 de octubre de 1913 en Buenos Aires. Estudió y se recibió de maestra en la prestigiosa Escuela José María Torres, del barrio de Almagro (Corrientes 4261), conocida también como Normal 7 o Escuela de Maestras, el 5 de diciembre de 1931. Y como maestra, precisamente, empezó a desempeñarse en uno de los colegios de nuestro Instituto. Hay discrepancias al respecto. Algunos testimonios dicen que su primer trabajo fue en Regina Coeli, hoy Instituto Cabrini, del barrio de Villa Mitre, otros aseguran que fue en Santa Rosa (centro). En distancia, los dos son más o menos equidistantes del su barrio natal. Sea donde haya sido su primer desempeño, se cumplió su destino. Ella había prometido que,

"Con aquellas hermanas que me acepten como maestra, entraré a la vida religiosa".

Cuatro años más tarde, el 14 de octubre de 1935, María Isabel ingresa a la Congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús. El 3 de noviembre de 1937 toma los hábitos en Ospedaletti, Italia. Allí, en la ceremonia de iniciación recibe el nombre de Virginia del Santísimo Sacramento y un año después, el 21 de noviembre de 1938, hace los primeros votos.

Durante toda su vida, ella no dejó de manifestar su deseo de mantener el ímpetu y la sinceridad de esos primeros días. Así lo afirmaba en un propósito escrito de puño y letra:


“Jesús, la primera vez que me llamaste respondí con tu ayuda y tu gracia, con un sí generoso, sacrificado y de sincera y ferviente entrega. Sin embargo, Jesús mío, en cuán tas ocasiones me sigues llamando para que colabore en la extensión de tu Reino, en la propagación de tu mensaje y yo no respondo con la misma generosidad, poniendo medida al sacrificio y trabas a la invitación. ¡Perdón, Jesús mío!, que en adelante no sea así, que responda a tu llamado, a tus inspiraciones como lo hacían los apóstoles, siempre con un si generoso, sin reflexionar tanto, siempre con entrega incondicional".

El 3 de diciembre de 1938 estuvo de regreso en Argentina. La Santa Madre había fundado en Rosario, provincia de Santa Fe, en la calle Urquiza 1374, un colegio en el año 1901 (Ver: Epistolario di Santa Francesca Saverio Cabrini, Vol. 3, 1131 a 1138, págs. 563-572). A esta comunidad educativa, encabezada por Madre Germana Rizzi se incorpora Virginia y allí se desempeña como maestra de nivel primario y directora del Liceo que funcionó durante el período que abarca desde 1941 a 1948.

Se comprometió con los votos perpetuos el 2 de febrero de 1944. Cuando el Liceo se cerró, fue enviada a Buenos Aires, a la comunidad del Colegio Santa Rosa (centro). También aquí se desempeñó como maestra y comenzó, paralelamente, a estudiar en el Profesorado de Matemáticas, Física y Química del Instituto Superior de Educación Católica. Cinco años después, el 30 de abril de 1953, recibió el título correspondiente.

Estuvo abocada a la docencia con dedicación incomparable y según testimonios de algunas de sus alumnas de esa época, siempre con carácter estricto y exigente. Estando permanentemente en con tacto con las chicas del colegio, sabía que para transmitir los valores cristianos, su formación debía ser permanente. Fue así que siguió estudiando y se graduó como Catequista y Maestra de Religión y completó, al mismo tiempo el Plan de Experimentación Pedagógica en Química.

En todos los cargos desempeñados la Hna. Virginia demostró siempre, así como en su actividad misionera extraescolar, capacidad, responsabilidad y tesón encomiable.

Las Instituciones en las que se había preparado no ignoraban su inteligencia y compromiso. Fue por eso que las autoridades del Instituto en el que se formó como profesora la nombraron como secretaria, tarea que cumplió hasta noviembre de 1968.

Como maestra, ejerció durante diez años y desde un año antes de tener el título oficial, asumió la cátedra de Física y Química en el nivel secundario en la que permaneció hasta finalizar el ciclo lectivo de 1984.

Virginia enseñaba con tal pasión y excelencia que sus alumnas decían siempre (y lo siguen diciendo), que sus explicaciones eran tan claras que con solo prestar atención, no hacía falta estudiar. Se hacía entender de modo fantástico.

 

1 comentario:

  1. Que buena iniciativa.
    Nuestras hermanas que se nos han adelantado son un tesoro, gracias a Ana Cerri, por tan hermoso homenaje.

    ResponderEliminar