lunes, 13 de noviembre de 2017

Carta de la Hna. Bárbara Staley



           






Roma, 13 de noviembre de 2017

Fiesta de Madre Cabrini


Estimadas Hermanas, Misioneros Laicos Cabrinianos y Asociados en la Misión, 

Feliz día de Fiesta a todos Ustedes. Este año del Centenario que celebra el paso de la Madre Cabrini de esta vida a la siguiente ha sido uno de enorme gracia.  Unámonos en acción de gracias por todos los maravillosos consuelos que el Sagrado Corazón de Jesús nos ha dado a lo largo de este año.

Que seamos dignos de todo lo que Dios nos ha dado y que tengamos el coraje de colaborar con su deseo por nosotros para que seamos verdaderamente portadores del amor de Dios al mundo de hoy.  Ahora es el momento favorable; debemos continuar avanzando hacia el futuro con amor, humildad y audacia misionera.  

Es con gran alegría que también anunciamos la fundación en esta fecha de la nueva provincia de Santa Francisca Cabrini que está compuesta por Argentina, Brasil y Paraguay.  El discernimiento para la superiora mayor tendrá lugar del 25 al 27 de noviembre.  Les pido que todos nos unamos en oración por esta nueva provincia y expreso mi gratitud por el trabajo que las hermanas han hecho para crear esta nueva entidad canónica.  Estoy segura que nuestra Madre Fundadora cuyo nombre asumió la Provincia le otorgará a esta provincia una ayuda especial en este momento de construcción de algo nuevo por el bien del Instituto y de la Misión.

En este tiempo de migración y desplazamiento humano sin precedentes debemos continuar buscando formas de profundizar nuestra respuesta a aquellos que no tienen hogar ni país.  Este es nuestro carisma.  Trabajemos juntos con coraje y energía para responder al comienzo de dos nuevos esfuerzos misioneros; Una casa para refugiados en Roma y una nueva misión en Uganda en la frontera sudanesa. Deberemos estar todos juntos para lograr que estos sueños misioneros se hagan realidad.

El Consejo General y yo queremos agradecerles a todos ustedes por todo lo que hacen todos los días.  Tengan la seguridad de nuestra oración, apoyo y amor mientras avanzamos juntos hacia el futuro en este momento favorable en nuestro Instituto MSC.  

Unida con Uds. en el Corazón de Cristo,


Hna. Bárbara Staley, MSC Superiora General









"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 70


MI RETIRO EN LOS SANTOS EJERCICIOS

5 de agosto de 1894 (Parte 2 de 4)

He sido creada por Dios y debo vivir para Dios, con Dios y únicamente para su gloria. ¿Cómo glorificaré a Dios? Dependiendo totalmente de su voluntad. ¿Cuál es la consecuencia? Una perfecta indiferencia en todo lo que Dios permita en mí y alrededor de mí. Trataré de mantenerme en perfecto equilibrio de espíritu, no inclinándome más a una parte que a otra; alabaré siempre a Dios por aquello que permite, sin quejarme nunca de nada, pues todo lo que Dios permite hace sólo por mi bien y para su gloria. Tendré, pues, siempre el semblante alegre, no permitiendo que entre en mí la tristeza por ningún acontecimiento, alegrándome de que Dios esté contento y no mi propio yo. El yo debe aniquilarse.
El pecado es una monstruosidad tan grande porque es la criatura que se rebela contra su Dios Creador; antes la muerte que cometer una imperfección deliberada.
En el corazón donde entra un perfecto amor de Dios no entrará nunca el pecado. Es imposible amar a Dios y pecar y disgustarle así ante sus ojos amorosísimos y purísimos. Oh Jesús mío, qué bueno y amable eres. Ayúdame, por favor, a no ofenderte nunca, nunca, ni por algún bien ni por algún mal. Tú eres tan bueno conmigo y nunca me abandonas; Tú estás todo en mí, pero, oh Jesús mío, has que yo corresponda con fidelidad a tu gracia y que acabe ya de ser tan imperfecta en tu divino servicio. Jesús, Jesús, te amo y cada vez te quiero más. Quiero consumirme por Ti, quiero morir contigo. Nada más me separará de Ti, ni la persecución ni la privación de ninguna cosa, nada en absoluto con tal que Tú, Jesús mío, me sostengas con el dedo de tu omnipotencia.

No debemos extrañarnos de nuestros defectos, que la extrañeza viene del orgullo. Debo humillarme y pensar que soy como ventana por donde entra la luz para conocerme a mí misma. La humildad es denominada fundamento de toda perfección; y ¿qué sirve mejor que nuestros defectos para conocernos a nosotros mismos y humillarnos? Es más grata delante de Dios un alma defectuosa, pero humilde, que no un alma inocente y severa consigo misma, pero llena de sí misma y confiando en sus propias fuerzas y en sus prácticas y austeridades. El Corazón de Jesús se complace en un corazón contrito y humillado. Cor contritum, Deus, non despicies. Cor humiliatum, Deus, non despicies.




viernes, 10 de noviembre de 2017

Efemérides Cabrinianas: 10 de noviembre de 1880


10 de noviembre de 1880

La compra de la casa de Codogno



Se firma el contrato de compra de la Casa de Codogno, (Italia) y Madre Cabrini entra por primera vez en ella.

Se la llama “Casa Madre” o “Cuna del Instituto” por ser la primera fundación del Instituto. 

Era un antiguo convento franciscano y desde la expulsión de los religiosos por Napoleón, convertido en un depósito de cal.



lunes, 6 de noviembre de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 69



MI RETIRO EN LOS SANTOS EJERCICIOS

5 de agosto de 1894 (Parte 1 de 4)

Bajo la directa vigilancia y protección de la Virgen Santísima, mi dulce Madre de las gracias y fundadora del Instituto. Todo a la mayor gloria del Corazón Santísimo de Jesús.

Siento, oh Jesús mío, una necesidad extrema de este santo retiro, un deseo grande de recogerme toda en torno a Ti, sin otro pensamiento que me distraiga. Quiero olvidar todo en estos santos días, aun los intereses más importantes del Instituto y de la Misión que están pendientes, para sumergirme en tu Divino Corazón, Jesús, para recibir nueva gracia, nuevo aliento, nuevas luces, para discernir lo que Tú quieres de mí. Habla, Señor, tu sierva escucha y está ansiosa de seguir fielmente tus indicaciones. Soy pobre y miserable, llena de defectos, pero deseo ardientemente enmendarme. Purifícame, Jesús, con una gota de tu preciosa sangre; hazme hermosa, digna de Ti, oh inmensa belleza, oh pureza inefable, porque deseo ponerme delante de Ti como una tela blanquísima, para que vuelvas a mí tu hermoso rostro y puedas formarme así sobre tu modelo. Oh Jesús, te amo mucho, mucho, me siento consumir por Ti de amor; pero soy demasiado indigna de estar unida contigo. No puedo sufrir el estar separada de Ti. Hazme, pues, digna; sólo Tú puedes hacerlo; di una sola palabra, dirígeme una mirada y quedaré sana y bella y verdaderamente digna, digna de Ti.





lunes, 30 de octubre de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 68


MI RETIRO EN EL ÚLTIMO DÍA DEL AÑO 1893

Todo a la mayor gloria de Dios y del Corazón Sacratísimo de Jesús.

Bajo la protección de mi Inmaculada Madre de las Gracias.

Vos, oh Madre mía dulcísima, sois ese germen amado y deseado de Jesé en el que yo me apoyo con profunda humildad, confiando en que accederéis a mi ruego de dejarme tomar la hermosa flor, Jesús amado, para que de ahora en adelante lo mantenga conmigo, evitando estropear siquiera una hoja de esta querida flor cometiendo infidelidades. Oh Jesús mío, por tu Madre Santísima perdóname todas mis infidelidades, todas mis ingratitudes, todos mis delitos; dame una indulgencia plenaria de todo en este último día del año y haz que comience el nuevo santamente, en perfecta unión contigo, oh dulce, oh amable, oh amado Esposo mío, que tanto has hecho por poseerme desde la eternidad. Me abandono plenamente en vuestro querer, oh Jesús; haz de mí lo que quieras, que con tu gracia no me quejaré nunca, y en las adversidades, en las molestias, en las noticias que puedan desagradarme, procuraré tener en perfecta calma mi espíritu, sereno el semblante, dulces las palabras y la mente fija en Vos, oh amado Bien mío, que de todo sabéis el por qué. Ayudadme a ser fiel, mientras yo sólo lo espero de vuestra gracia y de la ayuda poderosa de mi dulce Madre.
No hablaré nunca de mí y poco de cuanto me rodea, como quien no tiene tiempo de hacerlo, debiendo recordar los intereses de Jesús en el Instituto bendecido por su divino Corazón.
Al que me hable de cosas no conformes con mi estado procuraré desviarle la conversación e introducir otra útil o santa, superando siempre el respeto humano, y esto en honor de la virtud angélica y para ignorar muchas cosas por amor y en obsequio de la purísima belleza de Jesús. Dejaré no sólo el mal, sino lo imperfecto y menos bueno, escogiendo siempre hacer lo mejor según la luz que el buen Dios me conceda. Trataré de tener una gran pureza de intención en todas mis obras y palabras.

Oh buen Jesús, ven a mi encuentro desde el amanecer con tu gracia inapreciable y mueve mi voluntad a servirte fielmente.