(Sexta parte)
Ejercicios
Espirituales de las externas
Avisos a
las Religiosas (Continuación)
Tu
interior debe estar tan bien ordenado que regule siempre el exterior para cumplir
el deber de la edificación.
No
buscar nunca tu comodidad al estar de pie o sentada.
Esfuérzate
en todas tus cosas, ya que como Misionera tienes la obligación de mover a todos
con tu fervor a practicar el bien.
Conoce
la importancia de tus deberes y examínate cada día, para ver si los has
cumplido y cómo. Ama al Instituto y procura ser, cada día más, hija fidelísima.
Sobre
todo, sé muy humilde y aprovecha todas las ocasiones para practicar tan bella,
tan grande, tan noble virtud, que es la única piedra segura para echar los
fundamentos de la más alta perfección. Cuida los afectos del corazón y haz que
se encaucen siempre al Corazón Santísimo de Jesús.
No
entregarte nunca a virtudes extrañas, sino a las sólidas y robustas, y enseña
esto a las novicias, porque es el único modo de hacerlas hijas dignas del
instituto.
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