jueves, 19 de marzo de 2020

El "celo devorador" (2da Parte)



Hna. María Barbagallo, Liberaos y alzad el vuelo
Codogno 2018






Capítulo 5:
El "celo devorador":
Todo a la Mayor Gloria del Corazón SS. de Jesús





El celo devorador, motivado por un amor apostólico sin interrupciones y sostenido por la oración y el sacrificio, caracterizó al Instituto de las Misioneras del Sagrado Corazón desde el comienzo. A tal propósito, en algunos casos, las primeras Misioneras hacían un voto de caridad y un voto de víctima, dos promesas muy ligadas a la espiritualidad del Sagrado Corazón, pero que más tarde Madre Cabrini prefirió reservar a personas especiales por deseo y por virtud.

“Por consiguiente, amad inmensamente a vuestro amado Esposo, sacrificaos todas por Él, consoladlo, reconfortadlo de las ingratitudes que recibe de tantas personas, y también, desgraciadamente, de personas consagradas; sed verdaderas víctimas de amor y de reparación, pero que el holocausto sea perfecto, total, generoso. Ofreceos a Jesús con aquella fe, con aquella obediencia con la cual el santo Patriarca Abraham inmolaba a su hijo Isaac. Adelante, adelante con valor, trabajad, trabajad mucho por vuestro Instituto, por las almas que se os han confiado, trabajad con celo, con valentía, con recta intención; esforzaos en todo, no os reservéis en nada y haced que las obras que se os han confiado, se desarrollen y crezcan cada vez más. Trabajad mucho, pero en silencio, en el ocultamiento y desead que vuestro trabajo lo note sólo Dios y de Dios esperad la recompensa y el mérito. “¡Omnia Possum in Eo qui me Confortat!” Repetidlo siempre y tened grandísima e ilimitada fe en el Corazón Santísimo de vuestro Esposo.”[1]

El “celo devorador” se articula a través de la dimensión misionera y, estrechamente vinculada a ella, la reparación. Una reparación, como se mencionó anteriormente, activa en la actividad misionera, preventiva y curativa. Pero esta gran dimensión que siempre involucró a las MSC, no se refiere sólo al “hacer”. Madre Cabrini lo explica en la famosa carta de 1907:

“Pero la actividad apostólica no es la única misión que tiene que ejercer la Misionera del Sagrado Corazón de Jesús. No es la más sublime, ni la más segura; puede darse que alguna vez el móvil sea la natural actividad en lugar del puro celo del amor de Dios, y que alguna otra vez vaya unido a la carcoma de la vanagloria. Separado entonces de la oración y el sacrificio, resulta absolutamente ineficaz…
Y entonces, poco haría la Misionera del Sagrado Corazón de Jesús que salvaría sólo las almas que tiene cerca. Pensad un poco, hijas queridas, sois Esposas del Señor, que tiene en sus manos a todo el mundo y a todo el mundo debe extenderse vuestra caridad… Porque aquel corazón que ha conservado en el cielo toda la ternura que aquí abajo demostró a los pecadores, aquel corazón que ha dado hasta la última gota de sangre por ellos, que se abrasa de amor por los hombres en el Santo Tabernáculo y en vano suspira por ser correspondido, os dice: Vosotras, Misioneras de mi Corazón, continuad la obra que yo he comenzado en la tierra, ayudadme a salvar las almas; mis manos están llenas de gracias, pero el mundo las desdeña; pedidlas vosotras en la oración y yo las haré llover abundantes, fecundas de conversiones y de salvación; las almas corren a la perdición, sacrificaos por ellas y apagad la justicia de mi Padre; y esas ovejas errantes serán reconducidas al rebaño. Mi corazón arde de amor por las almas y no recibe en cambio más que ofensas y ultrajes. Al menos vosotras, mis amadas Esposas, dadme a conocer, hacedme amar, reparad las amarguras que mi corazón sufre por causa de los pecadores. Queridas hijas, no seréis Misioneras del Corazón de Jesús si este gemido no penetra hasta las más íntimas fibras de vuestra alma y no la enciende en deseos fervientes de oración continua, de reparación y de inmolación.”[2]


[1] Cfr. Epistolario, Vol 3°, Lett. n. 1192
[2] Cfr. La Stella del Mattino, pág. 165-167




2 comentarios:

  1. Buenas tardes Pablo! Cómo estás? Soy Carlos, te escribo desde Brasil. Una consulta: El libro de Maria Barbagallo "Liberaos e alzad vuelo" tú tienes versión escrita o digital? Si tienes versión digital, podrías enviarme una copia? Muchas gracias!!!

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  2. Hola Carlos!
    Sólo tengo la versión escrita, de a poco, la estoy digitalizando. Los 4 primeros capítulos ya los podés encontrar en la carpeta "Material".
    Un abrazo

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