jueves, 29 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 119



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Novena parte)

Con Dios no se pierde jamás. Él llama muchas veces a vuestro corazón y pide para tener ocasión de dar; lo poco puesto en sus manos con corazón amable y con pura intención de complacerle, se multiplica en nuestra utilidad y beneficio. Todo lo que se da a Dios, aunque sea pequeño, se hace grande, y por eso la grandeza espiritual de un alma nace a veces de haberse privado por amor suyo de una ligera satisfacción, de un pequeño gusto.
Los perfectos se complacen en la práctica de la virtud, lo mismo que los sensuales en las delicias de la vida.
La luz del sol alegra el ojo sano y atrae sus miradas con el esplendor de las perfecciones de Dios, las cuales embelesan el corazón que es perfectamente puro.
La Religiosa que ama verdaderamente a Jesucristo, con amor verdaderamente espiritual, es una Religiosa que ama la santidad de la vida y la perfecta observancia. Huye de toda pequeña falta, que así se forma casi una imposibilidad moral de pecar.
Lo ha dicho Jesús: un árbol bueno no puede dar frutos malos.
San Juan dice que quien es conocido de Dios no comete pecado y ni siquiera puede pescar.
San Próspero asegura que la caridad de los perfectos une inseparablemente a Dios y ya no está sujeta a ningún vicio de inestabilidad o cambios.
El privilegio de quien está apoyada en el Verbo humano es no poder moralmente pecar.



jueves, 22 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 118



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Octava parte)

La ciencia ofrece goces intelectuales, mas para que ellos nos alcancen es menester que la religión los santifique y los anime, y para que los conocimientos que ella nos proporciona eleven realmente nuestro espíritu es preciso que se apoyen en la fe, en esta elegida hija del cielo.
Ahí, en la Divina Eucaristía, el amable Jesús se hace todo para todos, por cada uno se empequeñece y satisface al genio vasto y profundo que anhela conocer, como le inteligencia sencilla e ingenua, que apenas desarrollada, no pide otra ciencia que la que es necesaria para creer y para amar.
La ciencia de los santos no consiste más que conocer a Dios y en conocerse a sí mismos, en comprender cuál es la meta de nuestra vida y cuáles son los medios adecuados para alcanzarla. La práctica de esta ciencia se resume en tres palabras: Amor a Dios y al prójimo, verdadera humildad y cumplimiento de las obligaciones de nuestro estado.
Reposad siempre en Dios, seguid en todo y por todo su Providencia y no tener muy en cuenta la prudencia humana.
Debéis ser siempre muy valientes, porque Dios, que es nuestro todo, tiene el hilo de nuestra conducta entre el laberinto y las intrigas que en esta vida producen la humana sabiduría.
Observad que el buen gobierno no depende de los talentos naturales, sino de la gracia sobrenatural, La cual da más perfectamente la experiencia necesaria que la prudencia mundana.



jueves, 15 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 117



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Séptima parte)

Sea siempre ciega vuestra obediencia, pues el discutir las razones de la orden demuestra débil virtud, puesto que así queda claro que no se obedece tanto por placer a Dios, cómo por humanos propósitos.
No os enojéis por los preceptos que se os impongan, no os pese someter vuestro juicio a las superioras, y así daréis un testimonio seguro de vuestro amor a Jesús, que tanto ha merecido por vosotras con su obediencia.
Inmaculada Concepción de María es el título que, si a Ella le proporciona honor sumo, a nosotras nos ofrece fácil modo de honrarla dignamente, al ser la base del culto a María la imitación de sus heroicas virtudes.
En María Santísima hallamos el modelo más deslumbrante de toda excelsa perfección: imitémosla, pues, dando muestra todos los días de mayor humildad, pureza y mortificación.
Sé obediente y grata a tu Ángel Custodio, que no se aparta jamás de Ti y hasta el último suspiro no te abandonará nunca, siempre que no te alejes de tu camino o no llegues a ese feliz término por los medios que te han sido indicados.



jueves, 8 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 116



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Sexta parte)

El Espíritu Santo es como se titula, Espíritu de Santidad, pero Él no os santificará si no le hacéis tantos sacrificios como afectos extraños hay en vuestro corazón, o por los demás o por vosotras mismas.
Sabemos imitar muchas veces a los Apóstoles en la infidelidad, en la pusilanimidad, en las fugas; mediante la gracia del Espíritu Santo debemos imitarles ahora en la oración constante, con recogimiento, con celo y con ánimo, prestas a emprender y cumplir todo lo que Dios quiere de nosotras, pues nos ha llamado para seguirle tan de cerca.
El señor nos deja trabajar muchas veces en medio de las tormentas, a fin de que nos habituemos a padecer cosas contrarias, sin abandonarnos al desaliento en las borrascas de la vida, sino resistiendo y siguiendo adelante en todas las contrariedades que suframos.
Examinad a menudo cómo os conducís tanto en los trabajos cómo en la felicidad, tempestades ambas de esta vida, porque para el alma no resulta menos peligrosa la prosperidad que la adversidad, pues tanto en la una como en la otra se puede acabar en un naufragio.



jueves, 1 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 115



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Quinta parte)

Las frecuentes comuniones espirituales animarán vuestra confianza en el Corazón sacratísimo de Jesús, que es el Dios de vuestro corazón y vuestro patrimonio por todos los siglos.
El ardiente deseo que Jesucristo muestra de venir a nuestros corazones para tomar posesión de ellos y vivir en ellos para Dios, debe persuadir más a todas para que se den a Él sin reservas, para disponer nuestras almas y recibirlo del mejor modo posible.
Roguemos al Espíritu Santo que encienda nuestro corazón con su irresistible amor, que si a Él le somos fieles extirparemos muchos vicios, acumularemos muchas virtudes y haremos grandes progresos en la perfección de nuestro estado.
Nuestro Amable Salvador ha tratado con tanta aspereza su cuerpo, y vosotras querríais buscar molicie para el vuestro, que es un cuerpo de pecado y el enemigo capital de vuestra felicidad.
María es la Esposa predilecta del Espíritu Santo, y ¿qué no puede una esposa fiel y pura en el corazón de su esposo? A nuestra tiernísima Madre encomendaos, pues, para tener todos los dones y gracias que os faltan. Si vuestra alma es como una especie de caña agitada por los vientos, volveos hacia María, que es la Torre de David, de la que penden inmensos escudos. Con su ayuda obtendréis el don de la Fortaleza.