jueves, 27 de diciembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 123



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Trigésima parte)

Exhortación a la oración

¿Deseáis vos, hijas mías, caminar hacia la perfección religiosa en la vida que habéis elegido? He aquí el medio: recitad todos los días con diligencia, fervor, atención y gran devoción vuestras oraciones, recordando que la oración es la clave de todas las gracias que del cielo descienden para consolar la tierra. La oración acerca vuestras almas a Dios, y Dios a vuestras almas; es por medio de la misma como Dios desea efectuar sus admirables fines en vuestra salud y santificación. La oración es la misteriosa escala de Jacob, que desde la tierra se eleva hasta el cielo y por la cual ascienden y descienden los ángeles destinados a nuestra asistencia; transmiten a Dios nuestros votos, gemidos y suspiros, y luego descienden de aquel altísimo Trono con resultados de gracia y misericordia para nosotros. Sí, la oración abre los cielos, cierra el infierno, abre las cárceles del purgatorio, abre los tesoros celestiales, detiene el desdén de Dios, calma su cólera, lo hace bondadoso y clemente con sus criaturas. La oración atrae hacia la tierra las celestiales bendiciones, cambia la suerte humana, hace felices y prósperas a las naciones y sostiene a las familias religiosas. Con la oración, la Misionera del Sagrado Corazón puede hacer el bien a todos y cumplir fielmente su Misión. No mengüe el fervor de vuestras oraciones porque es el Corazón amantísimo de vuestro Jesús el que se anticipa con su amor, llamándoos así desde las primeras horas de la mañana. El mismo os halaga, os invita, os atrae suavemente a su altar, donde vosotras con devoción le rogáis y atraéis sus gracias. Ved, pues, que la oración es un tesoro inmenso para vosotras. Sus riquezas no tienen número, sus gemas son inestimables, sus margaritas son brillantísimas; recoged todas y que ninguna se os caiga nunca de las manos: sabed atesorarlas.



jueves, 20 de diciembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 122



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Duodécima parte)

Henos aquí al término de otro año. Ved un poco, ¡oh hijas!, cómo ha transcurrido para vosotras. ¿La mirada de vuestra mente no ha apartado nunca de ese Corazón Divino los pensamientos de vuestra mente, los afectos de vuestro corazón, las palabras de vuestros labios y todas vuestras acciones? Humillaos por cada una de vuestras faltas y proponed para el nuevo año no querer buscar sino el gusto de vuestro Esposo Jesús, deseando estar siempre a su disposición, que en esto se oculta el meollo de la perfección religiosa; sin esté perfecto abandono, no lograréis nada en el año que la Providencia de Dios hace comenzar mañana. Con vuestro perfecto abandono en el Corazón Adorable de Jesús, El ejercerá su dominio sobre vosotras y no habrá peligro de que le disgustéis con el abuso de vuestra libertad.
Jesús bueno y querido, me arrojo en tus brazos divinos, y haz que 1910 sea el año santo para mí y para todas las hijas del instituto. Dame la gracia, a mí y a todas, de tener durante todo el año un perfecto dominio de nosotras mismas en todo y por todas partes, para sujetarnos siempre a tu divina voluntad. Tu beneplácito sea siempre nuestra principal aspiración. Será mi principal tarea santificar el 1910, con el deseo de alcanzar con la gracia de Dios el perfecto desapego de mí misma. No puedo nada por mí misma, pero lo podré con la ayuda de mi querido Esposo Jesús.

Omnia possum in Eo qui me confortat

La Religiosa, que es rica en pureza de intención, no tiene más que un deseo. Todo a la mayor gloria del Santísimo Corazón de Jesús. Obrando con este espíritu, la Religiosa demuestra una extraordinaria prudencia, porque también de las cosas más indiferentes sabe extraer provecho, a fin de acrecer sus méritos. Un alma así maneja admirablemente los tesoros de Dios y no concibe un pensamiento, no da vida a un afecto, no pronuncia una palabra, no cumple ni la mínima acción, si no es para placer a su amado Jesús. He aquí el modo de vivir un año pleno de días.



jueves, 13 de diciembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 121



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Undécima parte)

No hay cosa que nos pueda aportar mayor tranquilidad que la frecuente consideración de las aflicciones, necesidades, desprecios, injusticias y humillaciones sufridas por el Amable Niño Jesús desde los primeros tiempos de su aparición en la tierra.
Al considerar todas las amarguras sufridas por Jesús, ¿no nos avergonzaremos de llamar adversidades, penas y sufrimientos a los menudos accidentes que Dios permite? Un poco de modestia basta para soportar tranquilamente las afrentas que creemos nos hacen.
El amadísimo Jesús pudo, sin duda, nacer circundado de gloria, de poder y de majestad; pero, por el contrario, prefirió nacer despojado de todo, en lugar incómodo, en la estación más cruda, a medianoche, tembloroso y privado de toda especie de socorro, para enseñarnos con su ejemplo el camino que conduce al cielo, es decir, el de la humillación, la pobreza y los sufrimientos.
Para merecernos los celestes consuelos del Corazón santísimo de Jesús es necesario escuchar y seguir las sublimes, sabias lecciones que nos da desde su nacimiento.
Yo te saludo, ¡oh María llena de gracia celestial, llena de Dios, llena de gloria! Vos sois la salud de los hombres, el espejo de todas las virtudes más bellas, la corona de las vírgenes. En vuestro seno celestial se produjo la dulce unión de la naturaleza divina con la humana, la alianza que da a los miserables el remedio de la salud.
Con vuestro poder, ¡oh María, Madre amantísima!, tenedme el ser liberada de todos mis defectos, iluminadme con vuestra purísima luz, inflamadme con vuestro ardiente amor y obtenedme del querido Jesús la paz que prometieron los ángeles a los hombres de buena voluntad.



jueves, 6 de diciembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 120



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Décima parte)

El alma que está íntimamente unida a Dios e investida de una virtud superior, se hace dueña de sus pasiones, y no hay ninguna fuerza, ningún engaño, que pueda hacerla caer en pecado. Esta no es empero la impecabilidad de los beatos (sería un error pensarlo), pero es una impecabilidad moral que refuerza admirablemente la voluntad del alma fiel.
Pero es necesario trabajar un poco en torno a la adquisición de la virtud y no pretender que venga por sí misma.
En cuanto se forma la costumbre virtuosa, se avanza sin fatiga, formando casi una alianza que Dios fortalece y fortalece de tal manera que luego no puede ya sufrir cambios. Un alma que adquirió, por ejemplo, el don de la contemplación, ya no tiene nada que le distraiga, e incluso en las cosas más aptas para distraer, se encuentra con su Amado, con el que la caridad le une.
La perfección de los votos hace santas a las Religiosas…
No os recostéis cómodamente sobre la Cruz, pues si no el hombre viejo no sólo no muere, sino que aumenta, y luego la fatiga se hace mayor, porque ofrece resistencia y le domina.
No conceder nada al hombre viejo, a las inclinaciones; mortificarlas todas. Una vez que esté muerto resurgiremos a una nueva vida, la vida de los cuerpos gloriosos.
Crucificar al hombre viejo con los votos y hacerle morir con la perfección de los mismos, con un buen deseo se logra. Un buen deseo fortalecido por Dios resulta omnipotente, porque se ve avalorado por la omnipotente virtud de Dios.
La perfección es un tesoro que se compra vendiendo todo.



jueves, 29 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 119



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Novena parte)

Con Dios no se pierde jamás. Él llama muchas veces a vuestro corazón y pide para tener ocasión de dar; lo poco puesto en sus manos con corazón amable y con pura intención de complacerle, se multiplica en nuestra utilidad y beneficio. Todo lo que se da a Dios, aunque sea pequeño, se hace grande, y por eso la grandeza espiritual de un alma nace a veces de haberse privado por amor suyo de una ligera satisfacción, de un pequeño gusto.
Los perfectos se complacen en la práctica de la virtud, lo mismo que los sensuales en las delicias de la vida.
La luz del sol alegra el ojo sano y atrae sus miradas con el esplendor de las perfecciones de Dios, las cuales embelesan el corazón que es perfectamente puro.
La Religiosa que ama verdaderamente a Jesucristo, con amor verdaderamente espiritual, es una Religiosa que ama la santidad de la vida y la perfecta observancia. Huye de toda pequeña falta, que así se forma casi una imposibilidad moral de pecar.
Lo ha dicho Jesús: un árbol bueno no puede dar frutos malos.
San Juan dice que quien es conocido de Dios no comete pecado y ni siquiera puede pescar.
San Próspero asegura que la caridad de los perfectos une inseparablemente a Dios y ya no está sujeta a ningún vicio de inestabilidad o cambios.
El privilegio de quien está apoyada en el Verbo humano es no poder moralmente pecar.



jueves, 22 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 118



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Octava parte)

La ciencia ofrece goces intelectuales, mas para que ellos nos alcancen es menester que la religión los santifique y los anime, y para que los conocimientos que ella nos proporciona eleven realmente nuestro espíritu es preciso que se apoyen en la fe, en esta elegida hija del cielo.
Ahí, en la Divina Eucaristía, el amable Jesús se hace todo para todos, por cada uno se empequeñece y satisface al genio vasto y profundo que anhela conocer, como le inteligencia sencilla e ingenua, que apenas desarrollada, no pide otra ciencia que la que es necesaria para creer y para amar.
La ciencia de los santos no consiste más que conocer a Dios y en conocerse a sí mismos, en comprender cuál es la meta de nuestra vida y cuáles son los medios adecuados para alcanzarla. La práctica de esta ciencia se resume en tres palabras: Amor a Dios y al prójimo, verdadera humildad y cumplimiento de las obligaciones de nuestro estado.
Reposad siempre en Dios, seguid en todo y por todo su Providencia y no tener muy en cuenta la prudencia humana.
Debéis ser siempre muy valientes, porque Dios, que es nuestro todo, tiene el hilo de nuestra conducta entre el laberinto y las intrigas que en esta vida producen la humana sabiduría.
Observad que el buen gobierno no depende de los talentos naturales, sino de la gracia sobrenatural, La cual da más perfectamente la experiencia necesaria que la prudencia mundana.



jueves, 15 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 117



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Séptima parte)

Sea siempre ciega vuestra obediencia, pues el discutir las razones de la orden demuestra débil virtud, puesto que así queda claro que no se obedece tanto por placer a Dios, cómo por humanos propósitos.
No os enojéis por los preceptos que se os impongan, no os pese someter vuestro juicio a las superioras, y así daréis un testimonio seguro de vuestro amor a Jesús, que tanto ha merecido por vosotras con su obediencia.
Inmaculada Concepción de María es el título que, si a Ella le proporciona honor sumo, a nosotras nos ofrece fácil modo de honrarla dignamente, al ser la base del culto a María la imitación de sus heroicas virtudes.
En María Santísima hallamos el modelo más deslumbrante de toda excelsa perfección: imitémosla, pues, dando muestra todos los días de mayor humildad, pureza y mortificación.
Sé obediente y grata a tu Ángel Custodio, que no se aparta jamás de Ti y hasta el último suspiro no te abandonará nunca, siempre que no te alejes de tu camino o no llegues a ese feliz término por los medios que te han sido indicados.



jueves, 8 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 116



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Sexta parte)

El Espíritu Santo es como se titula, Espíritu de Santidad, pero Él no os santificará si no le hacéis tantos sacrificios como afectos extraños hay en vuestro corazón, o por los demás o por vosotras mismas.
Sabemos imitar muchas veces a los Apóstoles en la infidelidad, en la pusilanimidad, en las fugas; mediante la gracia del Espíritu Santo debemos imitarles ahora en la oración constante, con recogimiento, con celo y con ánimo, prestas a emprender y cumplir todo lo que Dios quiere de nosotras, pues nos ha llamado para seguirle tan de cerca.
El señor nos deja trabajar muchas veces en medio de las tormentas, a fin de que nos habituemos a padecer cosas contrarias, sin abandonarnos al desaliento en las borrascas de la vida, sino resistiendo y siguiendo adelante en todas las contrariedades que suframos.
Examinad a menudo cómo os conducís tanto en los trabajos cómo en la felicidad, tempestades ambas de esta vida, porque para el alma no resulta menos peligrosa la prosperidad que la adversidad, pues tanto en la una como en la otra se puede acabar en un naufragio.



jueves, 1 de noviembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 115



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Quinta parte)

Las frecuentes comuniones espirituales animarán vuestra confianza en el Corazón sacratísimo de Jesús, que es el Dios de vuestro corazón y vuestro patrimonio por todos los siglos.
El ardiente deseo que Jesucristo muestra de venir a nuestros corazones para tomar posesión de ellos y vivir en ellos para Dios, debe persuadir más a todas para que se den a Él sin reservas, para disponer nuestras almas y recibirlo del mejor modo posible.
Roguemos al Espíritu Santo que encienda nuestro corazón con su irresistible amor, que si a Él le somos fieles extirparemos muchos vicios, acumularemos muchas virtudes y haremos grandes progresos en la perfección de nuestro estado.
Nuestro Amable Salvador ha tratado con tanta aspereza su cuerpo, y vosotras querríais buscar molicie para el vuestro, que es un cuerpo de pecado y el enemigo capital de vuestra felicidad.
María es la Esposa predilecta del Espíritu Santo, y ¿qué no puede una esposa fiel y pura en el corazón de su esposo? A nuestra tiernísima Madre encomendaos, pues, para tener todos los dones y gracias que os faltan. Si vuestra alma es como una especie de caña agitada por los vientos, volveos hacia María, que es la Torre de David, de la que penden inmensos escudos. Con su ayuda obtendréis el don de la Fortaleza.



jueves, 25 de octubre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 114



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Cuarta parte)

Comulgad siempre con gran fervor, pues el amantísimo Jesús toma en nuestros altares una nueva vida para imprimirla en nuestras almas y para derramar en nosotras todas las riquezas de su santo Amor.
Nuestro Salvador oculta sus perfecciones divinas a nuestros ojos en el Santísimo Sacramento para no deslumbrarnos, pero hace sentir a nuestros corazones la profundidad de su inmensa humildad para obligarnos a imitarla. Pidamos al Corazón sacratísimo de Jesús que cambie la frialdad de nuestro corazón con respecto a Él por un ardiente ansia de amarlo, de agradarle y de poseerlo.
Decid a menudo al Corazón sacratísimo de Jesús que anime vuestra fe con una viva impresión de la Divina presencia y que haga que vuestro corazón la reciba con respeto, como a su Dios; con confianza, como a su Salvador y Esposo, y con amor, como a vuestro amoroso Padre.
Para nosotros es una gran desventura tener tan poca prisa por contentar a Jesús y tanta languidez en servirlo. ¡Oh mi caro Jesús!, si Vos queréis, podéis sanarme. ¡Hacedlo, por piedad!



jueves, 18 de octubre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 113



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Tercera parte)

¡Oh mi dulce Jesús!, yo quiero vivir siempre como un niño, en la verdadera sencillez de mi corazón, y con esa sencillez buscarte siempre.
La sencillez y el abandono en Ti serán mis robustas alas, con las cuales podré volar siempre hacia Ti, sobrevolando las miserias de la tierra y lejos de todos los enemigos de la perfección religiosa.
Siempre que se quiera, se puede encontrar la soledad incluso entre los hombres, conservando la paz y el recogimiento del corazón, estando unidas a Dios y siempre ocupadas de Él.
Es necesario estar siempre penetradas del sentimiento de la Divina presencia, cumpliendo al mismo tiempo todos aquellos deberes que la Divina presencia ha impuesto a cada una por medio de la obediencia.
No creáis ser rechazadas por Dios cuando experimentéis disgusto en servirlo, pero haced lo que haríais si experimentaseis placer en su servicio.
Manteneos humildes, dependientes, pequeñas y como anonadadas bajo la mano de Dios, para no querer sino lo que Él quiere de vosotras, y haced una felicidad de lo que Él quiere de vosotras, incluso en medio de las mayores angustias y opresiones.
Dios quiere que vayamos a gozarlo en el cielo y por eso tiene prisa por purificar nuestras almas con penas que muchas veces son las más acerbas y las más humillantes. O esto en la tierra o un ardiente purgatorio más allá. ¿Qué os gusta más?



jueves, 11 de octubre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 112


Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Segunda parte)

Mi Dios me ha creado, yo soy su hechura; Él es mi Amo absoluto; yo le pertenezco más que el esclavo pertenece al amo, por lo que me corresponde la dulce obligación de servirlo en todo lo que a él le plazca y en la manera que sea más de su agrado.
¡Qué felicidad para un alma el que Dios se digne hacer aprecio de sus servicios! ¡Sublime misterio de amor! Pero ¿qué dirigencia no ha de poner el alma en el buen desempeño de la tarea que Dios se digna imponerle con la santa obediencia?
Trabajaré, me fatigaré, sudaré, me sacrificaré con mucha humildad, con el perfecto desapego de todas las cosas en toda obediencia, porque antes que yo lo ha hecho mi querido Jesús para complacer a su Padre.
Si yo me abrasase todavía haría poco por mi Dios, porque yo no soy nada y para nada valgo. Haced, ¡oh Dios mío!, lo que queráis; ponedme donde a Vos os plazca, con la gracia vuestra viviré en Vos plenamente abandonada y siempre confiada en el Corazón amantísimo de mi Jesús, en el que trataré de estar bien encerrada y en el que podré repetir: Omnia possum in Eo qui me confortat. Sí, yo no soy nada y para nada valgo, pero con la ayuda de mi amantísimo Esposo puedo todo, puedo hacer cosas grandes para la gloria de Dios, si Él lo quiere. Yo sólo debo ser fiel y no atribuirme nada para mí misma, que si creyese ser algo o capaz de algo todas las criaturas tendrían derecho a venir contra mí, como si fuese una loca.



jueves, 4 de octubre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 111



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Primera parte)

¡Oh Paloma Inmaculada, mi dulce Madre, mi tierna Protectora!, ven en mi ayuda para que pueda alcanzar fruto de perfección de estos Santos Ejercicios.
Yo no merezco nada, pero Tú, ¡oh mi dulce intercesora!, obtenme del Corazón sacratísimo del buen Jesús que yo aprenda a conocerlo para amarlo de verdad como verdadera hija tuya y esposa suya. ¡Oh mi dulce Jesús!, Tú eres un misterio sublimísimo de amor hacia mí; deseo conocerte para amarte; deseo amarte para servirte. Te amo, ¡oh Jesús mío!, te amo mucho, mucho, mucho, pero no estoy contenta, querría amarte más, quería abrasarme de amor por Ti. ¡Oh Rey de mi corazón!, poséeme enteramente.
Pídeme en herencia a tu Eterno Padre, y enciérrame por siempre en tu hermoso Corazón. No lo merezco, no, pero bien lo han merecido tus sublimes humillaciones por mí, tu Pasión y Muerte que me han redimido, tus Llagas santísimas que me han hecho tu esposa. ¡Oh mi querido!, ¡oh mi Jesús!, ¡oh Misterio de Amor!, ¿cómo eres Tú?



lunes, 1 de octubre de 2018

Estampilla de Madre Cabrini...


Centenario de la muerte de Santa Francisca Javier Cabrini
Estampilla de Madre Cabrini



La oficina filatélica y Numismática de la ciudad del Vaticano dedica a Santa Francisca Javier Cabrini, patrona de los migrantes, una estampilla del valor de 95 centavos en hojas de 10 valores.
La imagen elegida es obra de la artista Marina Richteróva que ha reproducido a la Santa con una lámpara de aceite encendida entre las manos que recuerda en su forma la embarcación de los inmigrantes. La llama es un símbolo de esperanza para los viajeros y Santa Francisca es como un faro que ilumina el recorrido hacia la meta ignorada.
Fundadora de las misioneras del Sagrado Corazón, su obra se inspiraba en San Francisco Javier y como él soñaba que un día zarparía hacia la China. Llegó en vez, en 1889 a los Estados Unidos para prestar asistencia a los inmigrantes italianos que en aquellos años millones de ellos se alejarían de sus tierras para ir más allá del Océano. La santidad de Francisca Javier Cabrini no está hecha de revelaciones místicas, sino de una vida basada en el “trabajo, sudor, en el cansarse por Dios, por su Gloria, para hacerlo conocer y amar”. Acostumbraba decir: “Con tu gracia, amantísimo Jesús, yo correré detrás de Ti, hasta el final del camino y eso por siempre, por siempre. Ayúdame oh Jesús porque eso es lo que quiero hacer ardientemente, velozmente”. Ya en 1898 el Papa León XIII afirmaba de ella “Es una verdadera santa, pero así tan cercana a nosotros que llega a ser un testimonio que la santidad es posible a todos". En los Estados Unidos extendió su misión de los italianos para los huérfanos y los enfermos, construyendo orfanatos, escuelas, y un gran hospital en la ciudad de Nueva York. Pasó por Chicago, por California, llegando luego también a Sud América, hasta la Argentina.
A su muerte, que ocurrió durante uno de sus numerosísimos viajes, dejó a la Iglesia toda y al mundo un floreciente Instituto religioso y el testimonio de una vida de caridad apostólica en beneficio particularmente de los más necesitados.
Fue declarada Santa por el Papa Pio XII el 7 de Julio de 1946 y en 1950 proclamada “Celestial Patrona se todos los Emigrantes”. En este tiempo de grandes migraciones, dirijamos a Ella una oración por todos aquellos que las vicisitudes de la vida los ha obligado a dejar su tierra en busca de un futuro mejor.

Estado de la Ciudad del Vaticano - Emisión Filatélica 7 de setiembre de 2017


(Información incluida en "Efemérides" del día 7 de septiembre)




jueves, 27 de septiembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 110


El hermoso día de San Miguel de 1902 (Quinta parte)

MI RETIRO ESPIRITUAL EN CODOGNO

¿Qué me puede dar la criatura sin el Creador? Yo quiero sólo a mí Jesús, y lo quiero todo y únicamente en todas las cosas, porque Él es mi querido Esposo amantísimo, que ha pensado en mí durante toda la eternidad y me ha circundado en el tiempo presente de mi breve carrera de tantas premuras, de inefables finezas, para preservarme de los mil peligros que habrían podido hacerme naufragar. ¡Oh mi Jesús y mi Dios, cuánta bondad! En mi ignorancia no siempre he conocido tus sabias disposiciones, pero detesto esta deuda mía cada día más bajo el rayo de tu luz. Hazme conocer cada vez más, ¡oh Jesús amable!, la finura de tus amable les disposiciones, porque yo quiero tender al fin para el que me has creado, con la perfecta indiferencia que pueda, al menos de lejos, honrar la obediencia de tu Corazón Divino a las disposiciones del Padre. Heme aquí en tus Manos santísimas; ¡oh Jesús!, haz de mi cuanto quieras. Trátame como te plazca, pues a mí me basta con dar gusto a tu Corazón Divino y poder consolarlo de alguna manera por las faltas mías y de todos los pecadores, carísimos hermanos míos.
¡Oh Jesús!, ¡oh Jesús!, ¡oh Jesús! ¿Cómo eres Tú? Haz que te conozca cada vez más y que aprenda de una vez de tu amor a amarte como debo y a sacrificarme con hechos en todas las ocasiones.
¡Oh Jesús amantísimo!, ¡oh Rey pacífico de mi corazón! Vos sois todo mío, y yo soy toda vuestra; Vos venís a mí, pero ¡oh milagro Divino!, mientras Vos venís a mí, soy yo quien entro en Vos y toda me circundáis.

¿Qué temeré yo? Ni la vida, ni la muerte, ni ninguna persecución. Poseída por mi Dios soy bastante rica y estoy bastante segura. Mas yo, que soy polvo y cenizas, miserable pecadora, no podré creer tanta bondad y honor, pero Misericordias Domini in aeternum cantabo.

jueves, 20 de septiembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 109


El hermoso día de San Miguel de 1902 (Cuarta parte)

MI RETIRO ESPIRITUAL EN CODOGNO

La conducta de mi vida debe modelarse sobre los ejemplos admirables de la vida de Jesús.
¿Cómo haré yo para invitarte? ¡Oh mi Jesús! Sí, lo podré, porque lo deseo firmemente, lo podré con tu gracia, y también porque Tú, ¡oh mi amado!, actuarás en mí y me harás, suavemente y con fuerza, caminar por tus caminos. Omnia possum in Eo qui me confortat.
Aceptaré con plena conformidad las disposiciones de Dios, todas las tribulaciones, sin distinción de especie, pensando siempre que todas las espinas, antes de pincharme, han pasado por la Cabeza y por el Corazón de mi amantísimo Jesús, y que todas las cruces, por pesadas e ignominiosas que sean, las ha llevado antes mi amado, y que las mías no soy yo sola quién las tiene que llevar, sino que Él, por la magnánima bondad de su Divino Corazón, las lleva conmigo.

Si tú llevas de buen grado la Cruz, la Cruz te llevará a ti.

jueves, 13 de septiembre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 108


El hermoso día de San Miguel de 1902 (Tercera parte)

MI RETIRO ESPIRITUAL EN CODOGNO

Beati mortui qui in Domino moriuntur. ¿Cuándo moriré yo? Yo no lo sé, pero mi querido Jesús lo sabe y yo gozo con que me sea oculto el tiempo y que venga cuando a Él le plazca.
¿Cómo moriré yo? No lo sé, seguro que como Dios quiera. Me gusta mucho la muerte de San Francisco Javier, en el perfecto abandono de todo socorro humano, sólo con Jesús; quiero, no obstante, lo que Dios quiera de mí y me abandono con la mayor perfección posible a mi miseria, en el Corazón dulcísimo de mi Jesús.
¿Será mejor una vida larga o una vida breve? Ni una ni otra, pues cuanto quiere Dios será mejor para mí. Basta con que yo viva como si cada día, a cada hora, tuviese que morir. Bello es el morir, para no correr ya más el peligro de ofender a Dios, de faltar a la fidelidad al Amor. Bello es el vivir para poder glorificar a Jesús, sufrir y sacrificarse para consolar al Corazón sacratísimo de Jesús, para conducir almas hacia Él, para imitar la vida santísima de Jesús entre los míseros mortales, para conducirles cual herencia dejada al Eterno Dios por una feliz eternidad. Pero, sobre todo, es bella la cara, amable, adorable voluntad de Dios; morir cuándo, cómo y dónde le plazca.
Si pudiese cumplir un deseo, Santa Teresa vendría a la tierra para lograr los méritos que pueden hacerse en el espacio de un Avemaría.

Quiero vivir como si estuviese ya muerta, en el perfecto desapego de toda cosa creada. Servir a Dios lo mejor que pueda, servirlo en unión con mi querido Jesús, no haciendo nada por mí, sino todo con Él y por Él y en Él. Si hago el bien, será mi Jesús quien lo haga en mí; si el mal, será toda culpa mía. Yo confío en Ti, ¡oh mi querido Jesús! Líbrame de todo mal y mantenme fiel a tu Divino Corazón. Te amo, ¡oh Jesús!, te amo mucho. No sé si es verdad, pero yo me deleito en repetir: te amo y te quiero amar siempre más mediante tu santísima gracia, con la cual tu misericordia espero que no disminuya jamás.

viernes, 7 de septiembre de 2018

Efemérides Cabrinianas: 7 de septiembre de 1950


7 de septiembre de 1950

Madre Cabrini:

"Celestial Patrona de los Emigrantes"





Madre Cabrini es declarada
“Celestial Patrona ante Dios 
de todos los Emigrantes” 
por el Papa Pío XII.








Decreto de la “Sagrada Congregación deRitos” del 8 de septiembre de 1950, Vaticano.





Centenario de la muerte de Santa Francisca Javier Cabrini
Estampilla de Madre Cabrini



La oficina filatélica y Numismática de la ciudad del Vaticano dedica a Santa Francisca Javier Cabrini, patrona de los migrantes, una estampilla del valor de 95 centavos en hojas de 10 valores.
La imagen elegida es obra de la artista Marina Richteróva que ha reproducido a la Santa con una lámpara de aceite encendida entre las manos que recuerda en su forma la embarcación de los inmigrantes. La llama es un símbolo de esperanza para los viajeros y Santa Francisca es como un faro que ilumina el recorrido hacia la meta ignorada.
Fundadora de las misioneras del Sagrado Corazón, su obra se inspiraba en San Francisco Javier y como él soñaba que un día zarparía hacia la China. Llegó en vez, en 1889 a los Estados Unidos para prestar asistencia a los inmigrantes italianos que en aquellos años millones de ellos se alejarían de sus tierras para ir más allá del Océano. La santidad de Francisca Javier Cabrini no está hecha de revelaciones místicas, sino de una vida basada en el “trabajo, sudor, en el cansarse por Dios, por su Gloria, para hacerlo conocer y amar”. Acostumbraba decir: “Con tu gracia, amantísimo Jesús, yo correré detrás de Ti, hasta el final del camino y eso por siempre, por siempre. Ayúdame oh Jesús porque eso es lo que quiero hacer ardientemente, velozmente”. Ya en 1898 el Papa León XIII afirmaba de ella “Es una verdadera santa, pero así tan cercana a nosotros que llega a ser un testimonio que la santidad es posible a todos". En los Estados Unidos extendió su misión de los italianos para los huérfanos y los enfermos, construyendo orfanatos, escuelas, y un gran hospital en la ciudad de Nueva York. Pasó por Chicago, por California, llegando luego también a Sud América, hasta la Argentina.
A su muerte, que ocurrió durante uno de sus numerosísimos viajes, dejó a la Iglesia toda y al mundo un floreciente Instituto religioso y el testimonio de una vida de caridad apostólica en beneficio particularmente de los más necesitados.
Fue declarada Santa por el Papa Pio XII el 7 de Julio de 1946 y en 1950 proclamada “Celestial Patrona se todos los Emigrantes”. En este tiempo de grandes migraciones, dirijamos a Ella una oración por todos aquellos que las vicisitudes de la vida los ha obligado a dejar su tierra en busca de un futuro mejor.

Estado de la Ciudad del Vaticano - Emisión Filatélica 7 de setiembre de 2017

jueves, 6 de septiembre de 2018

¡Nueva misión en Uganda!



"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 107


El hermoso día de San Miguel de 1902 (Segunda parte)

MI RETIRO ESPIRITUAL EN CODOGNO
Soy pecadora y peor que todos los grandes pecadores del mundo… Lo siento vivamente y lo repito sin temor a exagerar, porque si los más grandes pecadores, mis amadísimos hermanos, hubiesen tenido los dones y las gracias que Tú, ¡oh Jesús amantísimo!, por la sola bondad de tu Divino Corazón, me has concedido generosamente y misericordiosamente, serían ya santos, mientras que yo me encuentro todavía miserable, enteramente miserable, privada de toda virtud y sólo con un fondo de buena voluntad, que, eso sí, reconozco como un don de tu inmensa bondad. Deseo grandemente la perfección para complacerte, pero mis grandes miserias me impiden llegar a las cimas a las que la bondad de tu Divino Corazón me hace aspirar.
Mi salud es incierta, el Paraíso no es seguro, pero esta incertidumbre, ¡oh mi querido Jesús!, me hace bien y parece que inunda mi alma con una nueva alegría, porque me pone en la feliz condición de amarte y servirte filialmente, no servilmente. Sí, ¡oh mi Jesús, mi Bien!, gracias por amarte con todo el corazón y por servirte con gran fidelidad en esta vida, y que al final pueda ser un granito de arena que sirva al edificio, al monumento de tu gloria por toda la eternidad. Servirte a Ti, amarte a Ti, glorificarte a Ti, este es y quiero que sea siempre el único móvil de toda la vida mía, vivir plenamente abandonada en Ti. ¡Oh Jesús mío amantísimo!, yo soy tu herencia. Sé que amas tu herencia; haz, pues, de mí lo que Tú quieras, yo no quiero ya pensar más en mí…

Sólo quiero pensar en Ti… y en cuanto a mí…, toda abandonada en Ti, en tu adorable y dulce Corazón.

jueves, 30 de agosto de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 106


El hermoso día de San Miguel de 1902 (Primera parte)

MI RETIRO ESPIRITUAL EN CODOGNO

Tras un largo mes de viaje, qué consuelo para mí encontrar pronto un curso de Ejercicios, en los cuales puedo reflejar mi alma y confrontarla con el Corazón dulcísimo de mi Jesús, para comprender bien si todos mis sentimientos son conformes a los suyos y de su único agrado. María Santísima, mi solícita Madre; San José, como mi Maestro, y San Miguel, Ángel especial del Instituto, son mis guías particulares, de los que pueda extraer provecho a la mayor Gloria del Corazón sacratísimo de Jesús y para santificación de mi alma.
Corazón adorable de mi dulce Jesús, mandad la luz de vuestro Espíritu Santo a mi intelecto, a fin de que siempre pueda conoceros mejor a Vos y conocerme.
Ligad a Vos de un modo muy especial mi espíritu y moved mi voluntad a todos esos propósitos, con los cuales pueda consolar vuestro Divino Corazón y guardarlo de la nueva Pasión que en estos tremendos días le hacen sufrir tantos desagradecidos e ingratos pecadores.
¡Oh mi dulce Jesús!, yo soy la víctima de tu Divino Corazón; haz de mi lo que quieras, pero que sea reparado tu Divino Corazón y tantos pobres salvados. Si Tú pones el dedo omnipotente de tu Mano todo será hecho.

Dispón, oh Jesús, como quieras de mí y de todo lo que de cualquier manera me pueda pertenecer. Yo me abandono en tus Manos, en tu Divino Corazón, con la mayor indiferencia que me sea posible, mediante tu gracia.