lunes, 7 de noviembre de 2016

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 22


PROPÓSITOS

MI RETIRO ESPIRITUAL

En el último viernes de noviembre de 1878
como preparación para la fiesta
de San Francisco Javier
y de la Inmaculada.

Desde los Ejercicios Espirituales hasta este momento vuestra misericordia, Señor mío, me ha impulsado a desear sufrir algo por vuestro amor y para imitar vuestra vida, Jesús mío, que fue un continuo martirio de puro padecimiento. Hacedme sentir también el deseo de humillarme por vuestro amor; iluminadme sobre el modo de hacerlo, ya que en tantas ocasiones casi me falta el valor de llevar a efecto vuestras santas inspiraciones.
Oh Corazón agonizante de mi Jesús, por el abandono que experimentasteis en el Huerto de Getsemaní, por el horror que sentisteis viéndoos cubierto de todos mis pecados que os hicieron sudar sangre, ayudadme, dadme aliento para que supere todos los obstáculos que me alejan de Vos.
Sí, Jesús amabilísimo, permitid que yo aquí, en el Huerto de los Olivos, os haga compañía en lugar de los discípulos que duermen.
Jesús mío, me atrevo a abrazaros, a estrecharos en mi regazo y a enjugaros las gotas de vuestra preciosa sangre que me hace esperar la salvación y la más alta perfección.
Señor, unidme estrechamente a Vos y haced que nunca más me separe de Vos, Amor mío, Corazón de mi corazón, Vida de mi vida, amabilísima y suavísima dulzura de mi alma.
Como vos me inspiráis, Señor mío, y como me lo pedís desde hace mucho tiempo, me ofrezco a Vos hoy y por todo el tiempo de mi existencia como víctima, en unión con vuestra penosa agonía del Huerto, a favor de todos los pobres moribundos de cada momento en todo el mundo, a fin de que obtengan la gracia de expirar en vuestros brazos amorosísimos, contritos y arrepentidos de sus pecados.
Me ofrezco, Jesús mío, a hacer voto de esto lo más pronto que me lo permite quien me dirige. Inmaculada Madre mía dulcísima, acogedme bajo el manto de vuestra protección hoy y siempre, y recibid el voto que en vuestro día renovaré para siempre según vuestra intención, a fin de merecer vuestro amor permanente, la protección en mis necesidades y la asistencia en la muerte.
Jesús y María, descanse en paz con Vos el alma mía. Así sea.


Textos bíblicos: 2Cor 12,10; Col 1,24; Lc 22,37; Lc 22,44; Mt 26,40; Mc 14,37; Lc 22,46; Hb 9,12; Col 11,20

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