jueves, 12 de julio de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 99


EL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS
1899 (Sexta parte)

1.  La víctima grata a Dios no es quejica; no se lamenta jamás; tiene sed de padecer, no dice jamás ¡basta!
2.  Las penas del cuerpo, las del espíritu, los trabajos, los deberes de la Comunidad, las contradicciones, las villanías. las asperezas, todo es poco, todo recibe la verdadera víctima con gran generosidad e ilimitada confianza en Dios.
3.  La víctima es humilde, tiende a la muerte, a la destrucción de si y va y sigue hasta la consumación del sacrificio.
4.  La esencia de la santidad consiste en reconocer la soberanía de Dios sobre nosotros y en someternos a Él en todo y por todas partes, con plena adhesión de voluntad, plazca o no plazca a nuestra miserable humanidad, cuando Él lo dispone.
5.  Saber sufrir sin deplorar la falta de los consuelos humanos, en silencio, en paz, es cosa que, a primera vista, parece muy difícil, pero, sin embargo, es meta a la que debe llegar el alma amante consagrada a Dios.
6.  Consideramos las aflicciones como un ángel custodio, como una sombra benéfica, que impide al sol ardiente de las cosas terrenas agostar el campo de nuestra vida de perfección, que estamos obligadas a tener siempre regado con el celestial rocío del cielo, y a cultivarlo siempre con amor grande y gran humildad.
7.  No hagamos caso de nuestras inclinaciones; el alma es noble, y por eso no debe escuchar al cuerpo, que es vil.

El buen Jesús nos ha trazado el camino estrecho, pero seguro, que conduce el alma amante a gran perfección.


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