martes, 27 de junio de 2017

Efemérides Cabrinianas: 27 de junio de 1901


27 de junio de 1901

Inauguración del Colegio "Regina Coeli"



Madre Cabrini inaugura la Escuela, Orfanato y Oratorio “Regina Coeli” en Boyacá 1817, de la Ciudad de Buenos Aires.
Actualmente, es el "Instituto Cabrini", en César Díaz 2052.

Primera Capilla del Cabrini (Capilla de "las chapas")

Primera casa del Cabrini






lunes, 26 de junio de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 50



MI RETIRO EN GRANADA

21 de febrero de 1892 (Parte 1 de 2)

Bajo la protección de mi Inmaculada Madre María Santísima y del Ángel Custodio.
Una gracia importante deseo obtener de este santo retiro: la de aprender a dar gran importancia a las cosas pequeñas, que no son pequeñas en sí mismas, porque son queridas por Dios, grandeza infinita, pero que llamamos pequeñas porque carecemos de esa luz de viva y verdadera fe de la que estaban animados los santos.
   Oh María, mi dulce Madre, que dando importancia a todo llegaste a iniciar vuestra santidad en la cima de la santidad de todos los santos; obtenedme un rayo vivo de vuestra luz, a fin de que conozca bien mi camino y marche veloz por ella, sin detenerme nunca. Ah, rociad nuestro monte de santidad, haced llover en mi alma y en la de todas las religiosas del Instituto algunas gotas restauradoras. Verted un poco de vuestro bálsamo en nuestros corazones, a fin de que nuestro apetito pruebe siempre el buen sabor del misterioso y exquisito manjar de la virtud a costa de cualquier sacrificio. Enviadnos frutos de vuestro huerto y flores de vuestro jardín, para que podamos languidecer de puro amor de Dios y éste nos haga insípido todo lo terreno y lo que nada tiene que ver con la sublimidad de nuestro excelentísimo estado. Jesús dijo a sus Apóstoles: Vosotros sois la sal de la tierra; pero ay si la sal pierde su sabor, porque entonces sólo servirá para echar a perder todo lo que la rodea.

miércoles, 21 de junio de 2017

Camino de Formación Cabriniana del Centenario - Módulo 06


"Herencia"

Una herencia para disfrutar y compartir


Para ver, escuchar y rezar...



Video de la apertura del Centenario con el audio de la canción "Herencia"

 Herencia 

Canción de un recuerdo lindo…
Encuentro Nacional de Jóvenes Cabrinianos 2005

Dar gracias es de sabios
es de gente con amor,
saber mirar la historia
sin negar ningún error,
es simplemente hermoso
mirarla desde Dios,
porque esta historia humana
a Dios fuerte nos unió.

Apasionadamente,
este sueño se echó a andar,
por responder amando
a Aquél que ha enseñado a amar,
camino de ilusiones,
anhelo, libertad,
“ardiente y velozmente”,
ya no hay tiempo que perder.

Francisca, Francisca Cabrini,
Francisca, tu herencia nos une,
Francisca, tu historia invita…
a disfrutar la vida,
a compartir amor,
a unir hoy nuestro canto
para dar gracias a Dios.

Responder fielmente
a Aquél que es “Siempre Fiel”,
es algo que muy dentro
nos invita siempre a andar
y dilatar las fibras
de nuestro corazón,
para abrazar al mundo
y llevarlo hacia Dios.

En esta simple historia
quiero ser “reparación”,
poner en la miseria
mi pequeño corazón
y hacer miles de cosas,
pensando sólo en Vos,
“ser simple espectador
de lo que haces siempre bien”.

Francisca, Francisca Cabrini,
Francisca, tu herencia nos une,
Francisca, tu historia invita…
a disfrutar la vida,
a compartir amor,
a unir hoy nuestro canto
para dar gracias a Dios.


Para leer...

Les recomendamos complementar esta lectura, con las cartas que Madre Cabrini enviaba a sus hermanas desde sus viajes en barco por el Atlántico.
Las cartas están en el libro "Viajes" (ingresan haciendo clic en el título del libro).
Las de esta época, corresponden a los capítulos 15 y 16.

Les recordamos, por otra parte, que ambos libros completos ("El poder y la fragilidad" y "Viajes") los pueden encontrar en el blog, ingresando en la solapa "Libros".

Para ver y recordar...


Chicago - Habitación de Madre Cabrini



Chicago - Hospital "Columbus"
Chicago - Santuario Madre Cabrini

Vista del interior del Santuario



14-03-1921
Primer milagro de Madre Cabrini
Curación de la ceguera y pulmonía del neonato Pedro Smith

Peter Smith
Ceguera provocada por equívoco de una enfermera; colocó en los ojos nitrato de plata al 50% en vez del 1%, quemando los ojos del bebé. Oraron toda la noche a M. Cabrini y al día siguiente, el médico constató que los ojos del bebé estaban perfectos y del color de los ojos de M. Cabrini y curada su pulmonía.

El día 14 de marzo de 1921, nació Pedro Smith en el anexo del hospital Colón de Nueva York. Como de costumbre, la enfermera lavó los ojos del recién nacido con una solución de nitrato de plata. Al dejar el frasco sobre la mesa, se quedó muda de horror al ver la etiqueta: en su apresuramiento, había usado una solución al 50% en vez de otra al 1%. Comprendió que acababa de destruir los ojos de la criatura.
Desesperada, intenté enjuagarle los ojos, mas todo fue inútil, el mal estaba hecho. Sin detenerse a colocar al niño en la cuna, salió corriendo con él en brazos en busca de la religiosa de turno del piso: ¡Hermana! ¡Hermana! –gritó–: ¡Venga, venga! ¡Ayúdeme! ¡He hecho algo horrible! ¡Llame a un médico!
Inmediatamente vinieron dos médicos y observaron los ojos del niño y estudiaron con atención el contenido del frasco. La pobre mujer tenía aún la esperanza de que la etiqueta estuviera equivocada, y que la cosa no fuera tan grave; mas al ver la expresión de los médicos comprendió el terrible alcance de su equivocación, y se puso a llorar compulsivamente.
Se mandó llamar a un oculista, el cual fue de la misma opinión que los otros. “La cornea está destruida –dijo brevemente–. No es posible hacer nada”.
La Madre Superiora entró corriendo. Ella sí consideraba que todavía había algo que hacer. Colocó una reliquia de la Madre Cabrini sobre los ojos del bebito, y luego se la prendió en la bata.
Ella y toda la comunidad pasaron la noche rezando en la capilla. También la pasó la enfermera en una plegaria desesperada: “¡Te lo ruego, Señor, te lo ruego! ¡No permitas que el niño quede ciego! ¡Madre Cabrini, haz este milagro!”. La mujer no pensaba en sí misma; daba por descontado que sería expulsada por grave negligencia… Pero ese pobrecito… ¡sucederle ese horror apenas nacido!
Los doctores volvieron a la mañana siguiente; uno de ellos se inclinó sobre el niño y exclamó mirando a su colega:
–¡Válgame Dios! ¿Estaré viendo visiones?
El otro miró los ojos del recién nacido con una luz.
–No, amigo, usted no ve visiones; esos ojos están intactos y perfectamente normales.
En el caso de Pedro Smith tuvo lugar un segundo milagro. Aquel mismo día se le declaró una pulmonía doble; tenía una fiebre altísima, y las Hermanas volvieron a llamar a los médicos. “¡Este es un caso de muerte segura!”, fue la opinión de ambos; y volviéndose a la Superiora, dijo uno de ellos:
–Madre, tendrán ustedes que volver a rezar. Si el ácido no quemó los ojos del niño, esta fiebre acabará con su vida.
–Doctor –contestó la Superiora–, la Madre Cabrini no va a sanarle los ojos para dejarle luego morir de pulmonía.
La comunidad volvió a sus plegarias, dando gracias por aquel primer milagro que había evitado un escándalo a su hospital, y pidiendo un segundo. Al amanecer, habían desaparecido todos los síntomas de pulmonía. Cuando los doctores volvieron a visitar a Pedrito, uno exclamó:
–¡Nunca he visto cosa semejante! Este niño está completamente sano. ¡No tiene ni vestigio de temperatura!
–¡Mire cómo duerme! –añadió el otro–. A decir verdad, la Madre Cabrini puede hacer cosas extraordinarias.
A los diez días de nacido, Pedro Smith fue llevado a su casa. Hoy día está en la marina, y todo lo que puede verse de su accidente son dos pequeñas cicatrices causadas por el nitrato de plata al correr por sus mejillas”.

Teodoro Maynard, “Un mundo demasiado pequeño”, pág. 408-410





17-12-1925
Segundo milagro de Madre Cabrini
Curación de la Hna. Delfina Grazioni
en el Hospital “Columbus” de Chicago, Estados Unidos

Hna. Delfina Grazioni
“El segundo milagro es el caso de Sor Delfina Grazioni. Ésta estaba enferma de más o menos gravedad desde el año 1915. En 1921, los rayos X mostraron que tenía adherencias en la vesícula, el colon y el píloro. Ese mismo año se le hizo una seria operación, y otra al año siguiente; y como no mejorara, se le hicieron otras dos operaciones en 1925. Pero la enferma seguía de mal en peor.
A fin de año los médicos abandonaron toda esperanza; Sor Delfina estaba ya en las últimas. Tenía los ojos hundidos en un rostro cadavérico; tal era su debilidad que no podía probar bocado, su voz era sólo un murmullo, y los que entraban a su cuarto creían percibir ya el olor de la muerte.
A la pobre enferma no se le daban más de uno o dos días de vida, hasta el extremo de que las niñas del orfanato de Seattle estaban ya ensayando los cantos para sus funerales. En la mañana del 17 de diciembre, una de las religiosas tuvo que ir a la ciudad para hacer algunas diligencias, y al salir fue detenida por la Superiora que le dijo: “Oiga, Hermana, ya que va al centro podía pasarse por la empresa de pompas fúnebres y encargar el cajón para Sor Delfina; eso evitará hacer otro viaje mañana”.
Desde Seattle, la Hermana tuvo que llamar a la Superiora para hacerle una consulta, y con la consiguiente sorpresa oyó que ésta le decía:
–Mire Hermana, no vaya a la empresa, porque Sor Delfina está mejor.
–¿Cómo va a estar mejor, Madre? Ya sabe lo que dijo el doctor.
–Vuelva a casa nomás. Le aseguro que la Hermana se encuentra perfectamente sana.
Y esa era la verdad; no se trataba de una simple mejoría, sino de una curación completa. La noche anterior, Sor Delfina invocó a la Madre Francisca y ésta se le apareció en sueños curándola enseguida. La religiosa se sentía aún demasiado débil para relatar el hecho detalladamente, y no estaba en condiciones de levantarse de la cama, pero anunció simplemente que estaba sana. Hoy día, pasados veinte años desde esa fecha, ella sigue viviendo sin haber tenido nunca ni la menor recaída de su enfermedad”.

(Teodoro Maynard, “Un mundo demasiado pequeño”, Editorial Poblet, Buenos Aires)




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lunes, 19 de junio de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 49



MI RETIRO EN GRANADA

3 de enero de 1892 (Parte 2 de 2)

Oh Amado mío, dilata mi alma para que pueda comprender toda la bondad y misericordia, y dame tiempo para que pueda humillarme cuanto requiere mi bajeza e infidelidad frente a tu suma grandeza y fidelidad. El año nuevo que comienza con el Primer Viernes de mes, me hace presentir que será un año muy favorecido por las gracias del Corazón Santísimo de Jesús y me inspira por eso una ilimitada confianza que me hace abandonarme totalmente en El, y descansar tranquilamente en El como un niño en los brazos de su madre.
    El demonio me pone delante espantosas dificultades, conflictos, desgracias, disgustos, etc., pero ¿de qué temeré? Ocurra lo que ocurra, yo cerraré los ojos y no levantaré la cabeza del Corazón de Jesús, dejando que piense en todo y responda de todo mi legisladora y gobernadora, la Virgen Inmaculada. Me guardaré bien de desconfiar por las siniestras sugestiones del enemigo, para no ponerme en peligro de que Jesús y María me abandonen a mi flaqueza y ceguera, que me precipitaría en un abismo de miseria y de verdadera desgracia. Apoyada en mi Amado, ninguna adversidad podrá desviarme; apoyada en mí misma caeré por mi propio peso. Oh Jesús, Jesús, Amado de mi alma, soy tuya; por tu pura misericordia me has elegido; ay, poséeme enteramente y no permitas que yo me aleje lo más mínimo pensando en otro que en Ti. Confío en Ti totalmente, Jesús mío, me abandono y no desconfiaré nunca de tu gracia, porque Tú has dicho: Qui per fidem vicerunt regna, operati sunt iustitiam, adepti sunt repromissiones. In Deo meo transgrediar murum. Dominus protector vitae meae, a quo trepidabo? Si consistant adversum me castra, non timebit cor meum: si exurget adversum me praelium, in hoc ego sperabo. Secundum multididinem dolorum meorum in corde meo consolationes tuae laetificaverunt animam meam (Salmo 27,1-3).



lunes, 12 de junio de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 48



MI RETIRO EN GRANADA

3 de enero de 1892 (Parte 1 de 2)

Bajo la inmediata protección de la Inmaculada, que me tocó en suerte por Patrona especial del año, después de haberla elegido de acuerdo con el Corazón amantísimo para todo el año como Madre, Maestra, Gobernadora y Estrella propicia en todo.
Mi amado Jesús atrayéndome con la mayor ternura para reposar en su Divino Corazón como una peregrina, amada suya, fatigada de un largo viaje, me hizo conocer en vivos colores todos los beneficios recibidos durante el año 1891, moviéndome a una resuelta voluntad de disponerme a grandes sacrificios para el año nuevo. Esta gran bondad, mientras me trata con tanta delicadeza de amor que no me impide reconocer toda mi gran miseria, con la que ha maltratado tan importantes intereses de Jesús y he tenido tanta negligencia en corresponder a su gracia, me hace humillarme de tal modo que creo sentir deshacerse el corazón; quisiera anonadarme para reparar todas mis faltas de correspondencia, pero no podría hacerlo como querría, ni podré hacerlo nunca, porque es grande la bondad de mi Amado, y por mucho que haga por humillarme, encuentro que siempre es muy superior la delicadeza de su amor; por eso se produce en mi alma un dulce martirio que me hace languidecer.



miércoles, 7 de junio de 2017

Camino de Formación Cabriniana del Centenario - Módulo 05


"Ponerse en camino"

Madre Cabrini en Argentina y otras fundaciones...


Para escuchar y rezar...

(Para escucharla, hacé clic en el título de la canción)


Ponerse en camino,
llegar a la cumbre,
nacer a la vida,
abrir los caminos.

Oh, que bondad infinita
la del buen Dios de hacernos gustar
la inmensidad de su amor,
de hacer estremecer nuestro corazón
al contemplar su inmensidad en la creación.

El buen Dios nos hace preguntar
las cosas celestes… las del arriba.
Y en nuestra humanidad permite que veamos
la altura, la longitud y la profundidad de su amor.



Para leer...

El increíble viaje a Buenos Aires cruzando la cordillera de los Andes, su misión y fundaciones hasta la consolidación del Instituto...

Les recomendamos vivamente complementar esta lectura, con las cartas que Madre Cabrini enviaba a sus hermanas desde sus viajes en barco por el Atlántico.
Las cartas están en el libro "Viajes" (ingresan haciendo clic en el título del libro)
Las de esta época, corresponden a los capítulos 6 al 14.
Los capítulos 7 y 8 relatan el primer viaje a Buenos Aires y parte de su actividad en esa ciudad.

Les recordamos, por otra parte, que ambos libros completos ("El poder y la fragilidad" y "Viajes") los pueden encontrar en el blog, ingresando en la solapa "Libros".

Para ver y recordar...

Valparaíso en 1900
Cruce de los Andes

Tren en Mendoza en 1900

Buenos Aires en 1900 - Plaza de Mayo
Buenos Aires en 1900 - Congreso
Buenos Aires en 1900 - Bosques de Palermo
Rosario en 1900

Villa Mercedes en 1900

Basílica de Luján en 1900

Inmigrantes llegando al puerto de Buenos Aires
Colegio Santa Rosa en Belgrano 852
Primera casa del Instituto Cabrini
Taller de bordado en Villa Mercedes (Calle Pedernera)

Para seguir cantando y rezando...

 (Para escucharla, hacé clic en el título de la canción)

País… me dueles desde lejos
tus venas se han abierto
con el hambre y el dolor.
País… me dueles desde tiempo
te han flagelado fuerte
pero no te olvides nunca
que te ha parido Dios

País mirándote recuerdo
aquel Jesús sufriente
agonizante en una cruz.
Recuerdo el hombre traspasado,
manos y pies clavados
y una corona de espinas
para el rey

País con aquellos tres clavos,
justicia, igualdad y honradez te están matando
País, tu ilusión agoniza por el costado abierto
que hirió tu corazón.

Que resucite mi país… que resucite.
Que resucite la igualdad… que resucite.
Que resucite la justicia… que resucite.
Que resucite la honradez… que resucite.
Que resucite la ilusión… que resucite.
Que resucite la esperanza… que resucite.
Que resucite la Argentina… que resucite.
Que resucite mi país… que resucite.
Que resucite la Argentina… que resucite.
Que resucite Latinoamérica… que resucite.
Que resucite mi país… que resucite.
Que resucite la Argentina… que resucite.


Para compartir...

Finalmente, te invitamos a que compartas un comentario personal

Hasta pronto!




lunes, 5 de junio de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 47



MI RETIRO EN GRANADA (NICARAGUA)

El 10 de noviembre de 1891 (Parte 3 de 3)

Te prometo, Jesús mío, ser fiel, no contristarte nunca, serte obediente siempre, tanto en las cosas grandes como en las pequeñas, de consejo o supererogación.
Renuevo la promesa solemne que te hice de escoger siempre lo que es más perfecto y de mayor gloria y gusto para tu Divino Corazón, pero ayúdame, ay, con tu divina gracia, porque tengo todas las razones para temer por mí, dada mi miseria y fragilidad. No te alejes nunca de mí, Jesús, para que yo no perezca miserablemente después de tantas bellas promesas que cual suaves y dulcísimos vínculos me unan a Ti.
Mira, Jesús, cómo mi barquilla debe luchar contra las inmensas olas de las dificultades, de los peligros; vela, Jesús, sobre ella y haz que nunca se sumerja. Siento una gran confianza en Ti, y en el abandono a tu Divino Corazón una profunda tranquilidad desciende a mi corazón y me da seguridad. Qué bueno eres, Jesús, qué amable, qué adorable. Te amo, Jesús, y anhelo consumirme por Ti.


A. M. G. SS. C. J.