jueves, 23 de agosto de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 105


MI RETIRO EN MI CUMPLEAÑOS
Julio 1901 (Segunda parte)
El Instituto también lo confío a Vos, es vuestro, pues Vos lo fundasteis sirviéndoos del mísero instrumento de esta pobre sierva vuestra. Vos, pues, que sois la Fundadora, sed también la Madre. ¡Custodiad esta vuestra herencia!
Nosotras somos vuestras hijas. ¡Oh Madre tierna!, aconsejadnos Vos, guiadnos Vos por el camino recto, para que cumplamos siempre la bella y celestial misión que hemos recibido en la tierra, es decir, amar con todo el corazón, con todas las fuerzas, a nuestro amantísimo Esposo Divino.
Guiadnos Voz, ¡oh Madre dilecta!, y haced que todo lo que nosotros hagamos vaya siempre dirigido al amor de Jesús, que el fin único y último sea siempre el amor de Jesús y la gloria de su Divino Corazón.
¡Ah, haced, oh Madre mía!, que, a semejanza vuestra, amemos tanto a Jesús que nuestros corazones formen como un coro armonioso que con prontitud compone y ejecuta las más bellas melodías celestiales, mediante la fidelidad de la observancia y el cumplimiento de todos los sacrificios que Dios se digne exigirnos.
¡Ah, haced, oh Madre mía!, que en este Instituto, que es vuestro, se pueda con verdad y con las obras repetir por cada Religiosa: “Yo amo a Jesús”, y que, en efecto, se ame a Jesús haciéndole continuo ofrecimiento del propio corazón, con todos sus afectos, y latidos, y ternezas; que Jesús sea todo para nosotras en la tierra y en el cielo; El solo el objeto de nuestra mente, de nuestra alma, de nuestra esperanza, de nuestra alegría.

Haced, ¡oh Madre dilecta! que el caro Jesús nos llene las potencias del alma, los sentidos del cuerpo, las fibras del corazón; nos posea, en suma, interna y externamente.

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