jueves, 4 de octubre de 2018

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 111



Uno de los días más hermosos que ha habido
El hermoso día de la Inmaculada de 1903

MI RETIRO ESPIRITUAL EN SEATTLE, WASH (Primera parte)

¡Oh Paloma Inmaculada, mi dulce Madre, mi tierna Protectora!, ven en mi ayuda para que pueda alcanzar fruto de perfección de estos Santos Ejercicios.
Yo no merezco nada, pero Tú, ¡oh mi dulce intercesora!, obtenme del Corazón sacratísimo del buen Jesús que yo aprenda a conocerlo para amarlo de verdad como verdadera hija tuya y esposa suya. ¡Oh mi dulce Jesús!, Tú eres un misterio sublimísimo de amor hacia mí; deseo conocerte para amarte; deseo amarte para servirte. Te amo, ¡oh Jesús mío!, te amo mucho, mucho, mucho, pero no estoy contenta, querría amarte más, quería abrasarme de amor por Ti. ¡Oh Rey de mi corazón!, poséeme enteramente.
Pídeme en herencia a tu Eterno Padre, y enciérrame por siempre en tu hermoso Corazón. No lo merezco, no, pero bien lo han merecido tus sublimes humillaciones por mí, tu Pasión y Muerte que me han redimido, tus Llagas santísimas que me han hecho tu esposa. ¡Oh mi querido!, ¡oh mi Jesús!, ¡oh Misterio de Amor!, ¿cómo eres Tú?



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