jueves, 5 de septiembre de 2019

"Levantar un templo en el propio corazón" (8va y última Parte)








Hna. María Barbagallo, Liberaos y alzad el vuelo
Codogno 2018



Capítulo 1:
“Levantar un templo en el propio corazón”
El camino de la interioridad




***

En esta mística de la interioridad parece situarse la esperanza de San Pablo: “doblo las rodillas ante el Padre... para que os conceda ser robustecidos por medio de su Espíritu en vuestra persona interior; que Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; de modo que así, con todos los santos, logréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento. Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios” (Ef 3,14-19). Madre Cabrini interpreta así este pasaje:

“Echémonos en las llamas del Corazón Santísimo de Jesús y dejemos que ese Santo fuego penetre hasta lo más íntimo de nuestra médula, de nuestro espíritu, para que destruya, purifique, renueve, santifique todos nuestros pensamientos, afectos, sentimientos, intenciones y deseos. Y ¿qué tendremos que temer si el Corazón Santísimo de Jesús nos protege? ¿qué no podremos esperar confiando en el Corazón de tan piadoso y poderoso abogado? Fijemos siempre la mirada en la herida del Corazón Santísimo de Jesús y allí leeremos con letras de sangre, la amplitud y profundidad del amor que Él nos tiene y nos sentiremos, siempre y en todas partes, animadas a esperar todo de su infinita bondad”[1].

En el recorrido espiritual indicado y sobretodo vivido por S. F. Cabrini, hay también una pedagogía concreta experimentada por ella, no sólo como maestra de escuela y del espíritu, sino también como fundadora de una congregación religiosa, porque ha sido formadora de centenares de Religiosas a las cuales pedía la práctica cristiana enraizada en el Evangelio. Sin embargo, es más una práctica basada en el discernimiento de los espíritus y en el respeto a las personas concretas, indicándoles el camino de la sencillez y de la fe sin apariencias místicas, ni compensaciones de ningún tipo:

“El servicio de Dios sin consuelos es más seguro que el abundar en dulzuras y apoyos naturales, porque es más fácil que obre la naturaleza que no el espíritu”[2].

Pero tal vez es en esta seriedad y transparencia, en esta línea de conducta cristiana, donde está la dificultad. A este propósito dice Giuseppe de Luca: “... no toleraba ningún compromiso con ese otro mundo, secreto pero vivísimo, que está en nosotras y, a veces, nos seduce más que el mundo exterior. Fuera las lentas ensoñaciones, fuera las tristezas profundas, fuera las satisfacciones sentimentales, mucho más graves y peligrosas que las complacencias sensibles. Fuera las nostalgias, fuera los retornos sobre sí mismo, fuera el encierro en sí mismo. Fuera finalmente, en la oración y en la mortificación, esas mórbidas ternuras que nos hacen tan amables a nosotras mismas, tan dignas de admiración y de devoción solemne”[3].

En efecto, Madre Cabrini dice que:

“Para elevar un templo en el propio corazón y unirse con Cristo en Dios es necesario imponer silencio a todos los enemigos, es decir, a las propias pasiones, y ponerlos a todos bajo los pies en una victoria decisiva… Porque está escrito que Dios no puede habitar en un corazón esclavo de las pasiones”[4].

A través de la evaluación sincera de sí mismo y de los acontecimientos que afectan a nuestras vidas, en la tensión constante de apertura a Dios y a los demás, la persona cristiana puede entrar en la crisis más dolorosa sin perder nunca la esperanza de que todo, también aquello que no se comprende, tiene un sentido y conduce a un bien que nosotros no siempre percibimos. Pero el camino hacia la interioridad es también un don que se nos da junto a la gracia y que lleva consigo el regalo más grande: Dios mismo.



[1] Cfr. Entre una y otra ola, pág. 227
[2] Cfr. Pensamientos y Propósitos, pág. 85
[3] Don G. De Luca, M. Cabrini, la Santa degli Emigranti, Ed. Di Storia e Letteratura, Roma 2000, pág. 90
[4] Cfr. Pensamientos y Propósitos, pág 222

El capítulo completo lo encuentran en la carpeta "Material" o haciendo clic aquí.





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