AGOSTO 1893
MI RETIRO EN LOS SANTOS EJERCICIOS
Comenzados el día de la Asunción de mi tierna Madre María Santísima.
Año 1893 (Parte 4 de 4)
Mi reforma
No hablaré nunca de mí misma ni en bien ni en
mal, como indigna de ser objeto del que se deben ocupar. Cuando oiga que me
alaban, procuraré discretamente desviar la conversación. Cuando oiga que
murmuran de mí, pondré cara alegre y excusaré a los acusadores. Ocultaré todo
lo posible el espíritu que pueda poseer, por amor al ocultamiento tan caro a Jesús
y útil al alma amante. No daré importancia a ninguna tribulación o sufrimiento,
y al recibir malas noticias mantendré la alegría como ante el más grato anuncio,
considerando que es mi Jesús el que me las envía para fines santísimos que yo
no puedo comprender con mi propia inteligencia.
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