MI RETIRO EN EL ÚLTIMO DÍA DEL
AÑO 1893
Todo a la mayor gloria de Dios y
del Corazón Sacratísimo de Jesús.
Bajo la protección de mi
Inmaculada Madre de las Gracias.
Vos, oh Madre
mía dulcísima, sois ese germen amado y deseado de Jesé en el que yo me apoyo
con profunda humildad, confiando en que accederéis a mi ruego de dejarme tomar
la hermosa flor, Jesús amado, para que de ahora en adelante lo mantenga
conmigo, evitando estropear siquiera una hoja de esta querida flor cometiendo
infidelidades. Oh Jesús mío, por tu Madre Santísima perdóname todas mis
infidelidades, todas mis ingratitudes, todos mis delitos; dame una indulgencia
plenaria de todo en este último día del año y haz que comience el nuevo
santamente, en perfecta unión contigo, oh dulce, oh amable, oh amado Esposo
mío, que tanto has hecho por poseerme desde la eternidad. Me abandono
plenamente en vuestro querer, oh Jesús; haz de mí lo que quieras, que con tu
gracia no me quejaré nunca, y en las adversidades, en las molestias, en las
noticias que puedan desagradarme, procuraré tener en perfecta calma mi espíritu,
sereno el semblante, dulces las palabras y la mente fija en Vos, oh amado Bien
mío, que de todo sabéis el por qué. Ayudadme a ser fiel, mientras yo sólo lo espero
de vuestra gracia y de la ayuda poderosa de mi dulce Madre.
No hablaré
nunca de mí y poco de cuanto me rodea, como quien no tiene tiempo de hacerlo,
debiendo recordar los intereses de Jesús en el Instituto bendecido por su
divino Corazón.
Al que me
hable de cosas no conformes con mi estado procuraré desviarle la conversación e
introducir otra útil o santa, superando siempre el respeto humano, y esto en
honor de la virtud angélica y para ignorar muchas cosas por amor y en obsequio
de la purísima belleza de Jesús. Dejaré no sólo el mal, sino lo imperfecto y
menos bueno, escogiendo siempre hacer lo mejor según la luz que el buen Dios me
conceda. Trataré de tener una gran pureza de intención en todas mis obras y
palabras.
Oh buen Jesús, ven a mi encuentro desde el amanecer con tu gracia inapreciable
y mueve mi voluntad a servirte fielmente.
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