lunes, 4 de septiembre de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 60



MI RETIRO EN LOS SANTOS EJERCICIOS

18 de noviembre de 1892 (Parte 5 de 5)

Huida del pecado

El pecado es un monstruo tan horrendo, que parece que no debería constituir un esfuerzo el evitarlo, y parece incluso imposible el cometerlo. Y, sin embargo, los engaños del espíritu maligno son muchos y por eso hay que desconfiar de sí mismo y estar en guardia ante todo principio de seducción, aunque sea remoto. A fin de mantenerme segura contra todo escollo desconfiaré continuamente de mí misma, de mi fuerza y de mi supuesta virtud, suplicando continuamente la ayuda de mi Jesús y de la Virgen Santísima Inmaculada, mi Madre de las Gracias, para que me ayuden, me inspiren, me conforten y me conduzcan siempre por el camino recto. Oh Jesús, oh María, sino me ayudáis, si no me tendéis la mano, quién sabe a dónde iré a parar. No os fiéis de mí, asistidme continuamente; de otro modo, os traicionaré y echaré a perder el cúmulo de gracias que derramáis sobre mí. En Vos confío.


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