lunes, 20 de noviembre de 2017

"Pensamientos y Propósitos" de Santa Francisca Javier Cabrini - 71


MI RETIRO EN LOS SANTOS EJERCICIOS

5 de agosto de 1894 (Parte 3 de 4)

Meditaré con mucho orden según las adiciones de San Ignacio. En el cuerpo de la meditación me abandonaré plenamente al Espíritu Santo, dejándome guiar a donde Él quiera, por el espacio que quiera, pero concluyendo siempre con resoluciones útiles, enérgicas y con serio examen. El que hace la meditación según el método de San Ignacio no puede tener distracciones deliberadas. El que está con todas sus potencias delante de la Majestad divina es imposible que pueda pensar en otra cosa. Sumergíos en vuestro Dios en santa contemplación y abandonaos plenamente en El. El Espíritu de Dios baja a nosotros con gran suavidad, nunca con estrépito. El espíritu de agitación es siempre espíritu luciferino.
Hacer la voluntad de Dios en todo y siempre, negándose a sí mismo y sometiéndose a la obediencia de todas las santas reglas.
Amaré las humillaciones y me alegraré de tenerlas, dando gracias a Dios por un don tan valioso que mucho ayuda a mantener el alma en su justo equilibrio. Temeré cuando pase algún tiempo sin tenerlas y se las pediré a Jesús.
Trataré de dominarme a mí misma en toda circunstancia, siempre para poder con la ayuda de mi Amado llegar al perfecto despojo, para hacer así poseída absolutamente por mi Amado.
No hablaré nunca de mí misma, salvo con mis superiores, a los que descubriré el bien y el mal con gran sencillez.

Tendré siempre la cara alegre, y para lograr esto, que no siempre responde a mi carácter, aún sin dominar, intentaré sonreír cuando se me presenta una persona, especialmente con las Hermanas, a las que yo venero y quiero estimar profundamente como Esposas queridas de Jesús.




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