Segundo milagro de Madre Cabrini
Curación de la Hna. Delfina Grazioni
en el Hospital “Columbus” de
Chicago, Estados Unidos
El segundo milagro es el caso de
Sor Delfina Grazioni. Ésta estaba enferma desde el año 1915. En 1921, los rayos
X mostraron que tenía adherencias en la vesícula, el colon y el píloro. Ese
mismo año se le hizo una seria operación, y otra al año siguiente; y como no
mejorara, se le hicieron otras dos operaciones en 1925.
A fin de año los médicos
abandonaron toda esperanza; Sor Delfina estaba ya en las últimas. Tenía los
ojos hundidos en un rostro cadavérico; tal era su debilidad que no podía probar
bocado, su voz era sólo un murmullo, y los que entraban a su cuarto creían
percibir ya el olor de la muerte.
A la pobre enferma no le daban
más de uno o dos días de vida, hasta el extremo de que las niñas del orfanato
de Seattle estaban ya ensayando los cantos para sus funerales. En la mañana del
17 de diciembre, una de las religiosas tuvo que ir a la ciudad para hacer
algunas diligencias, y al salir fue detenida por la Superiora que le dijo:
–Oiga, Hermana, ya que va al
centro podría pasar por la empresa de pompas fúnebres y encargar el cajón para
Sor Delfina; eso evitará hacer otro viaje mañana.
Desde Seattle, la Hermana tuvo
que llamar a la Superiora para hacerle una consulta, y con la consiguiente
sorpresa oyó que ésta le decía:
–Mire Hermana, no vaya a la
empresa, porque Sor Delfina está mejor.
–¿Cómo va a estar mejor, Madre?
Ya sabe lo que dijo el doctor.
–Vuelva a casa nomás. Le aseguro
que la Hermana se encuentra perfectamente sana.
Y esa era la verdad; no se
trataba de una simple mejoría, sino de una curación completa. La noche
anterior, Sor Delfina invocó a la Madre Francisca y ésta se le apareció en
sueños curándola enseguida. La religiosa se sentía aún demasiado débil para
relatar el hecho detalladamente, y no estaba en condiciones de levantarse de la
cama, pero anunció simplemente que estaba sana. Hoy día, pasados veinte años
desde esa fecha, ella sigue viviendo sin haber tenido nunca ni la menor recaída
de su enfermedad.
Teodoro Maynard, “Un mundo demasiado pequeño”, Editorial
Poblet, Buenos Aires
Fotos: Arriba a la izquierda: la Hna. Delfina Grazioni; abajo a la derecha: el hospital "Columbus" de Chicago hacia fines del siglo XIX
No hay comentarios:
Publicar un comentario